A poco tiempo de finalizada la campaña lanzada por JUNJI para la promoción del buen trato hacia niños y niñas, recordar su mensaje central es clave para comenzar a hablar de la importancia de la empatía.
“Niños y niñas piensan en grande ponte a su altura” es el mensaje que mejor refleja el significado de la palabra empatía, que en términos simples se refiere a la capacidad que tenemos los seres humanos para ponernos en el lugar de las demás personas y para entender el mundo tal como es visto y vivido por ellos (as).
Y cuando se piensa en la labor de educar, cuidar y criar a niños y niñas por parte de los adultos, sean estos padres, madres, familiares o educadoras (es), descubrir el valor de la empatía resulta un verdadero tesoro.
La empatía es una condición básica e indispensable para comprender a niños y niñas. Cuando los niños y niñas se sienten comprendidos es posible pensar que los adultos que los cuidan se conectan empáticamente con ellos (as). Por el contrario, si esta conexión no se produce, es muy probable que los pequeños (as) experimenten un sentimiento de incomprensión, que provocará distancia en la vinculación afectiva que mantienen con los adultos.
¿Para qué buscar los por qué?
Buscar los por qué cuando un niño o niña se comporta “mal” tiene un profundo significado acusatorio que puede generar sentimientos de incomodidad y culpa. Es como que el adulto estuviese comunicando el mensaje “no me gusta ni tu conducta ni tus razones”.
Al preguntar por qué, se debiese tener la intención de ir más allá de la conducta observada, algo así como, intentar ver bajo el agua.
Un ejemplo. Si se le dice a un niño (a) ¿por qué no come?, se debiese estar dispuesto a aceptar sus razones, como la respuesta “porque no tengo hambre” o “porque no me gusta la comida”. En muchas ocasiones, cuando un niño o niña hace una acción que no le gusta a los adultos, está motivado(a) por una profunda emoción que ni siquiera conoce bien.
Sólo se puede ser empático con alguien, si se entiende que sus sentimientos y emociones son tas respetables como las propias, aunque sean diferentes.
Cómo desarrollar la empatía con niños y niñas
• Conectándose con las emociones y no solo con las acciones
• Poniendo palabras a las emociones que el niño o niña está expresando. Por ejemplo, diciéndole “estás enojado porque perdiste en el juego…”
• Conectándose con los niños y niñas cuando están contentos. Así no pensarán que los adultos se acercan solamente cuando están tristes o se han portado mal.
• Mostrando respeto y cuidado por los sentimientos de niños y niñas. Si se sienten burlados o ridiculizados por actitudes de los adultos se sentirán muy desvalorizados, lo que afectará gravemente su autoestima.
• Contándole cuentos y deteniéndose en hablar de las emociones de los personajes. Por ejemplo, si le cuentas “El patio feo”, es muy importante hablarle de la tristeza que sentía el patito cuando era rechazado y lo feliz que fue cuando se sintió aceptado. Una historia como esta ayuda mucho a las niñas y niños pequeños a entender el mundo emocional de las demás personas.
• No exigirles demasiadas explicaciones cuando hacen algo que no agrada. Hacerlo es hostilizarles. Es necesario recordar que los pequeños (as) debido a su etapa de desarrollo son impulsivos y muy lentamente aprenderán a autocontrolarse. Un exceso de presión podría hacerles mentir o sentirse humillados. Por ejemplo, si botó su comida, luego que se haya calmado, será necesario pedirle que ayude a limpiar.
!!! Dos ideas clave para recordar !!!
Sentirse comprendido da una sensación de mucha seguridad, sobretodo cuando los niños y niñas se sienten confundidos.
La mente de los niños y niñas trabaja y funciona diferente a la de los adultos. Ellos sienten el paso del tiempo de un modo distinto. Y para qué hablar de su percepción del mundo. Basta decir que lo ven a su altura. Y nosotros debiésemos hacer el esfuerzo permanente para ponernos en sus zapatos. Con todo el peso que la metáfora tiene.
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